Los famosos términos Ars Nova y Ars Antiqua fueron utilizados por algunos teóricos de comienzos del
siglo XIV para distinguir las técnicas musicales innovadoras (Ars nova) de las de los siglos
precedentes (Ars antiqua).
Nos situamos a finales del siglo
XII, incluyendo la Escuela de Notre Dame,
para comenzar a hablar del periodo que abarca el Ars antiqua. Pero, en sentido estricto, el Ars Antiqua únicamente sigue los escritos de los músicos teóricos
de la segunda mitad del siglo XIII, cubriendo el periodo en el que se
utilizaban las formas del organum,
conductus, motete, cantilena y hoquetus.
Pero,
¿cómo sonaba el Ars Antiqua?
Aquí
tenéis un claro ejemplo de ello: un Organum Triplum de Albertus
Parisiensis, cantor y compositor de la Catedral de Notre Dame, que exactamente
data de la segunda mitad del siglo XII.
Cuando
surge el Ars Nova, recibe la crítica
papal de Juan XXII, en la que habla de una música que “embriaga los oídos y no se preocupa de las almas […] y se olvida la
devoción que se buscaba”.
Surgirá
de este modo una querelle musical entre
el Ars Antiqua y Ars Nova. Pero esta contraposición no será sólo entre tradición y
renovación, sino que irá más allá: la música tratará desde este momento ser
autosuficiente, conseguir su propia autonomía en el valor auditivo.
Se
le atribuye la creación del Ars Nova
a Philippe de Vitri, compositor francés. El nuevo sistema ofrecía nuevos tipos
de compás, permitía una flexibilidad rítmica mayor, e incluso se crearon los
antecesores de nuestros actuales signos de compás.
Tanto
sus partidarios como sus oponentes reconocieron el nuevo arte. Jacobo de Lieja,
de origen flamenco, defendió con ardor el ars
antiqua de finales del siglo XIII contra las innovaciones. Lamentaba que en
el ars nova “la perfección se degrada
y la imperfección es exaltada”.
De
Jacobo de Lieja sabemos apenas unos pocos datos biográficos, pero su Speculum musicae es el tratado medieval sobre la música más
antiguo que se ha conservado. Y es precisamente en el último de sus siete
libros de este tratado, donde defendió la música antigua y afirmó que la
racionalidad del ars antiqua debería
florecer una vez más, ignorando el refinamiento excesivo que suscitaba el nuevo
estilo.
Y
cómo no, nos despedimos de esta nueva entrada con una audición representativa
del Ars Nova:
Muy útil este apartado, ¡Saludos amigo!
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